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domingo, 25 de septiembre de 2016
La Biblia de Jefferson
La imagen que vemos es una foto de la biblia de Thomas Jefferson. Lo curioso de esta biblia es que el dueño de ella decidió cortar los versos que hablaban de lo sobrenatural debido a que él no creía que estas cosas allí descritas pudieran ser ciertas...La pregunta del millón es ¿Cuánto de la Biblia realmente yo creo? ¿Mentalmente habré cortado mi biblia de igual manera para reconocer como válidos sólo aquéllos versos que yo creo pudieran ser verdad?
Continuando con la clase pasada, hay algunos aspectos que me gustaría resaltar sobre la Biblia ya que ésta es el fundamento de lo que creemos y de la manera en que vivimos. Lo que de ella creemos eso somos y hacemos delante de los ojos de Dios y por ella seremos juzgados en el día final, sea que la hayamos leído y creído o no.
Mencionamos que el hombre es quien inventó la división del Nuevo Testamento y Antiguo Testamento, no fue Dios. Esta división ha dañado mucho a la Iglesia a tal grado que muchos creen que hubo dos dioses, uno en el Antiguo Testamento y otro en el nuevo o que Yeshúa vino a cancelar el Antiguo Testamento para darle validez al Nuevo que es mas condescendiente. Esto no es cierto en lo más mínimo. En primer lugar, Apocalipsis 1:8 dice que Dios es El que era, El que es y El que ha de venir, es decir, el mismo, no cambia. Por otro lado Yeshúa dijo que no había a cancelar la Ley sino a mostrarnos cómo se cumple verdaderamente.(Mt 5:17). Esto significa que para Yeshúa, los mandamientos expresados en la Torah (el Antiguo Testamento) eran la base para una relación correcta con Dios; si le amamos, guardamos Sus mandamientos (Juan 15-17). Sin embargo, Su vida, muerte y resurrección dejaron en claro que no era por tratar de cumplir estos mandamientos que venía la salvación, sino que ésta venía por la fé en el Hijo ya que en nuestra naturaleza no hay nada de bueno (Rom 3:20-23; 2 Cor 5:19). En otras palabras, no hay justificación o dicho de otra manera, relación con Dios sino a través de creer en el sacrificio de Yeshúa. A partir de allí entramos en la ciudadanía del cielo, tenemos paz con Dios y vivimos bajo la guía de los estatutos y preceptos que El ha establecido en la Ley. Sin Yeshúa no podemos vivir la Ley de Dios porque simplemente nuestra naturaleza pecaminosa nos atrae continuamente hacia el pecado, apartándonos de Dios. Es con el nuevo nacimiento que tenemos el poder para vivir una vida que agrada a Dios, no al revés.
Además de lo explicado en la entrada de blog anterior, quiero hacer referencia a la peculiaridad de la Biblia como la fuente de nuestras creencias y estilo de vida.
Alguien ha dicho que la Biblia no es un libro que se lee sino un libro que te lee a ti. Esto es cierto. Cuando revisamos la Biblia y nos damos cuenta del estándar de Dios dejamos de compararnos con los demás pensando que somos más buenos que otros o al menos, que andamos en el promedio. El estándar de Dios es tan alto como dijo Yeshúa "Sed perfectos como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto". Mt 5:48
Y aunque parezca imposible que seamos perfectos, la Biblia enseña que como creyentes en Yeshúa ya somos perfectos posicionalmente, pero estamos en perfeccionamiento que debería avanzar cada día más, mientras nuestro compromiso con el Señor crece, la revelación sobre El y lo que quiere que hagamos crece y los desafíos de la vida nos hacen avanzar aún más. Podemos ser perfectos cada día si vivimos bajo Su revelación para nosotros ese día, haciendo lo que EL ha dicho y viviendo cómo El nos ha dicho que vivamos, ese día. Mañana será otro día, una nueva oportunidad para avanzar en este perfeccionamiento.
El apóstol Pablo decía que El mismo no lo había alcanzado, pero que seguía adelante dejando atrás ¿Qué cosa? ¿Sus fracasos?, sí, pero también sus éxitos. (Filipenses 3:12-15). Pablo había adoptado la visión de que Dios lo había llamado y habilitado para que fuera perfecto CADA DIA. Si pecó antes, la sangre de Cristo nos salva y limpia y podemos seguir caminando bajo esta visión de perfección; Si no ha pecado, sino que ha sido un gran ministro de Dios, también queda atrás porque los desafíos de ESTE DÍA SERÁN OTROS. Cada día trae su propio afán. Muchos de nosotros ni siquiera abrazamos la visión de vivir y caminar dentro de esta vida de perfeccionamiento; renunciamos a ello simplemente por comodidad, falta de compromiso y por miles de razones más.
Entonces, ¿Cuál es la Biblia en la que he creído? es aquella que está constituida por los versículos que VIVO CADA DÍA; el resto de ella puede andar en mi bolsillo pero no tiene significado para mi. Espiritualmente, diría yo, tenemos nuestra propia Biblia, como la tenía el Sr. Jefferson, una que él había decidido cuales partes creer y cuáles no. Cada vez que hago esto me coloco por encima de Dios y Su juicio, declarando que lo que El dice no es verdad o no es posible porque lo digo yo. Esto es un total irrespeto a la Persona de Dios y a SU Palabra. Dios es majestuoso y supremo y cuando yo vivo así, simplemente estoy bajándolo de Su majestad y haciéndolo semejante o inferior a mi persona.
Santiago 2:14-17 dice que la fe sin obras es muerta. Esto significa que si yo profeso ser cristiana y mi conducta no lo demuestra, en realidad, lo más probable es que no lo sea, tan solo me estoy engañando a mi misma (Santiago 1: 22). No es que mis acciones me hacen perfecta sino que mi perfección hace que viva y actúe de manera piadosa. Por eso es que la Biblia, por el poder del Espíritu Santo y mi compromiso con Dios, me transforma en una nueva persona, es un manual en mi idioma sobre cómo se vive esta nueva vida que estoy comenzando desde el momento en que reconozco la salvación en y el Señorío de Yeshúa sobre mi vida.
Obviamente el primer paso para vivir así consiste en ADQUIRIR UNA VISIÓN, es decir, atesorar en nuestro interior lo que la Biblia dice y luego comprometernos y luchar cada día para que así sea. Por ejemplo, decido creer que ya soy perfecta en Yeshúa. Luego, decido VIVIR ESA PERFECCIÓN CADA DÍA. Desde que me levanto por la mañana, oro a Dios que se revele a mi vida y me ENSEÑE a vivir en esa perfección QUE YA POSEO en mi interior, es decir, POTENCIALMENTE. Dios me enseña por ejemplo que debo perdonar; ese día, probablemente encontraré muchas oportunidades para PERDONAR A ALGUIEN. Como he decidido vivir en esa perfección, tendré la disposición de perdonar a todo aquel que me haga daño ESE DÍA. Probablemente ese día cinco personas me ofendieron y logré perdonar a una. Mañana, si sigo con el compromiso de ser perfecta en cuanto a perdonar, cinco personas me ofenderán y lograré por el Espíritu Santo perdonar a tres de ellas. Luego, lograré con mucha oración y esfuerzo perdonarlas a todas. Después, yo me habré convertido en una persona perdonadora, será algo que sale de mi de manera natural. Ahora bien, al siguiente día Dios me hablará por ejemplo de no ser una persona quejosa sino agradecida. Entonces, de diez oportunidades para quejarme, en tres de ellas agradeceré porque es la obra de Dios en mi vida. Obviamente sigo siendo una persona encaminada a convertirme en perdonadora y ahora también, en agradecida. Mañana será el gozo; pasado mañana será la esperanza. Al final del año yo me habré convertido en una persona perdonadora, agradecida y gozosa. Habré alcanzado la perfección de cada día. Al final de treinta años de conocer a Yeshúa, el carácter de El debería estar reflejado en mi propia vida, aunque aún me falte mucho por crecer.
Colosenses 3:1-4 dice claramente que yo me morí el día en que decidí que Dios me convirtiera en Su hija. Como me morí, he nacido de nuevo, es decir, me he convertido en una bebé otra vez y debo aprender a andar por la vida con este cuerpo, esta mente, estas emociones, etc, PERO AHORA VIVIENDO BAJO EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO. Las decisiones que tomo ya no las haré según lo que yo creo conveniente sino según lo que dice la Biblia que debo decidir y hacer y decir. También dice que debo poner mi mirada en las cosas de arriba, lo que significa que MI VISIÓN DE COMO DEBO VIVIR LA VIDA está en la revelación de Dios para mi vida. La revelación de Dios a través de la Escritura inspirada por el Espíritu Santo específicamente para mí, justo para este día, es lo que el verso dice que son LAS COSAS DE ARRIBA. De acuerdo al ejemplo anterior, sería mi visión convertirme en una persona perdonadora, agradecida y gozosa, por tomar tan solo estos tres ejemplos. La Biblia está llena de versos que se deben convertir en mi visión primero antes de que puedan convertirse en una realidad de vida. A eso se refería el Señor cuando dijo que EL NUEVO PACTO sería la Palabra (la Biblia) impresa en nuestro corazón. No es que Dios va a "tatuar" esos versos en mi corazón sino mas bien que El me provee una visión de vida que yo acepto y me comprometo con ella, es decir, la interiorizo y se convierte en mi Biblia personal. Tenemos toda una vida para que la Biblia completa sea impresa en nuestros corazones, cada día una nueva visión. Todo lo que dice la Biblia es mi herencia y yo voy a ir por TODA MI HERENCIA NO SOLO UNA PARTE. ¿Cuál es tu visión para hoy? ¿Cuál es tu visión para el próximo mes? ¿Para el próximo año? Tendemos a ponernos visiones más relacionadas con lo que hacemos y NO CON QUIENES SOMOS O EN QUIENES NOS ESTAMOS CONVIRTIENDO.
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